En esta edición tan singular recuperamos una sección deseada desde hace tempo: Xerme. En ella queremos mostrar a los artistas seminales del cine experimental gallego en una labor de recuperación, y si se quiere, de justicia a la hora de reconocer el raigambre creativo de las nuevas generaciones. Xerme revive con la obra de Antonio Segade y Antón Reixa de la mano de una selección comisariada por el crítico, escritor y director del CCCB, Jordi Costa.

Esta sesión recoge una serie de obras en proyección monocanal (incluyendo también fotos de las videoinstalaciones), envueltas entre los paréntesis de dos videoperformances en directo de los artistas.

Todas estas obras, heterogéneas en género, función, y sensibilidad, tienen en común el trabajo coincidente de Antonio Segade y Antón Reixa. Durante 36 años, ambos creadores trabajaron en la videocreación más ortodoxa y exploraron también los más variados formatos: videoinstalación, disco/DVD, libros/DVD, televisión comercial, cine, publicidad comercial, etc.

La propuesta trata de observar y contrastar qué elementos hay en común en esta singular colaboración. Con el paso de los años, la casualidad de que el nombre de Antón Reixa haya sido más difundido por su trabajo en el ámbito de la música pop y la literatura opacó esta simbiosis en la que, al final, el nombre de Antonio Segade aparecía secundarizado. Aspecto al que también contribuyó la natural discreción de Segade.

Se trata, ahora, de poner en conjunto fragmentos de este inventario audiovisual tan promiscuo.

Los autores, por sí mismos, se acogen al epígrafe de “FALAR POR NON CALAR” (HABLAR POR NO CALLAR). Dado que su ámbito más genuino y frecuentado es la videopoesía, han partido siempre del principio de la secundariedad de la palabra poética al respecto de la imagen. Las imágenes ilustran los versos porque, así lo creen ellos, “1 palabra vale más que 1000 imágenes”. Únicamente en sus trabajos últimos (Michigan y Melancoholemia) la relación es más simbólica que la de ilustración puntual. Para eso, han trabajado con clásicos de la pintura universal como Goya y El Bosco. ¿Será verdad su afirmación vehemente de que 1 palabra vale más que 1000 imágenes?

Comisariada por Jordi Costa, una “suite confusa” a modo de collage, compuesta por fragmentos de las siguientes piezas: