Con cierta luz (A certain light), el proyecto de Nicole Remy, fue uno de los 6 seleccionados en la pasada edición de INPUT, nuestro espacio de Asesoramientos de Proyectos Cinematográficos en Desarrollo. Tutorizado por Albert Alcoz, cineasta, investigador, programador, Con cierta luz, recibió entre todos los proyectos participantes el premio a la creación eSe8_LAB 2023.
Gracias a este galardón, la cineasta ha podido viajar a Victoria (Australia), para trabajar mano a mano con dos de los referentes mundiales del cine experimental, Richard Tuohy y Dianna Barrie, en sus instalaciones de NanoLab.
Nicole describe aquí su investigación sobre la otra dimensión física del cine: el movimiento, y cómo, a medida que avanzaba su práctica, se le reveló la forma en la que ella misma se relaciona con el entorno y lo retrata. No se pierdan esta entrevista que recoge una vivencia única en este ámbito.
– ¿Podrías realizar una pequeña introducción de tu proyecto ‘Con cierta luz’?
Intervenir el propio carrete de Super 8 para usarlo como una cámara de cine utilizando una técnica de dispositivo pinhole. Con una plancha de aluminio sobre la ventanilla que deja ver 6 fotogramas de película, y con un obturador deslizado a mano, la luz baña la película a través de los agujeros.
Es a partir de un taller (online) de cámaras pinhole en super 8, impartido por Dianna Barrie y Richard Touchy (Nanolab), que hicieron para la edición del festival (S8) en el 2020 que nace este proyecto “Con cierta luz” (A certain light). Empezó como una simple curiosidad y se fue desarrollando en un interés por buscar otro tipo de movimiento en el cine. Prescindir de una cámara a motor y de un lente. Ver hasta dónde llega una imagen en movimiento.
Richard y Dianna me abrieron las puertas de Nanolab, en Daylesford, Victoria (Australia) por un mes, donde me pudieron compartir los diferentes procesos sobre la creación de cámaras pinhole, procesos de revelado, tratamiento de la imagen, etc.
Con cierta luz es un recorrido por todos los diferentes procesos de capturar la luz a través de estenopos, y de la mano de una grabadora cassette acompañando. Un paso entre el adentro y afuera, entre caminar hacia delante y girar en círculos. En esta oportunidad he podido incluir un trabajo sonoro paralelo a la construcción de las cámaras y filmación. Cómo se escucha el espacio que habito, camino y filmo.
– Cuéntanos brevemente cómo está siendo el proceso de creación en NanoLab (Victoria, Australia).
Es un proceso bastante cíclico. Tomar un carrete de super8, adaptarlo para que sea una cámara pinhole, salir a filmar. Suelo tener paseos largos por el bosque, y volviendo a la cabaña donde me hospedo y terminó el carrete retratando el espacio. Luego continúa el revelado del carrete, ya sea procesado a mano o por la máquina de revelado. Al día siguiente, con la ayuda de Dianna, escaneamos el film y vemos los resultados. A partir de estas notas es que hago los cambios necesarios para filmar con el siguiente carrete.
Ya más avanzado este proceso, es que edito la gradación de luz y color digitalmente de estos archivos escaneados, para que luego sean filmados desde la pantalla a 16mm y finalmente hacer la copia final a través de la copiadora óptica.
A la par trabajé el sonido, con una grabadora de cassette, que sinceramente no funciona muy bien y debe ser manipulada para que sea constante en su grabación. Conseguí encontrar un puente entre la cámara de super 8 y esta grabadora, ambas tienen un marcador que suena similar, y constante. A veces el motor debe ser empujado manualmente, casi como lo es la cámara. Estuve grabando el interior de la cabaña donde estaba, e intercalando con grabaciones de los paseos en el bosque. Es un mismo juego de entrar y salir, a veces coincidiendo con la imagen, y en otras no… Trabaje esos tiempos de manera independiente.
– ¿Cómo está siendo la comunidad de cine experimental de Australia y qué sensaciones te transmite el poder trabajar en un espacio como NanoLab?
Poder estar en Nanolab ha sido una experiencia única. No es solo un laboratorio de film que cuentan con todos los equipos necesarios, sino también es el hogar de Dianna y Richard que han ido construyendo desde 1997. Poder aprender a trabajar con sus equipos, todos modificados por ellos, y a la vez poder sentirme en casa compartiendo lo cotidiano con ellos ha sido lo más importante de esta experiencia. Tienen mucha pasión por enseñar, con un cariño y humor único.
He tenido la suerte de poder conocer a un increíble colectivo llamado Artist Film Workshop. Una organización donde se comparte procesos y recursos para cineastas y artistas en Melbourne, realizando screenings y talleres para quienes estén interesados. Fueron quienes nos acogieron para realizar una proyección de películas colectivas realizadas en ediciones pasadas de LAV, que se llevó a cabo el 24 de marzo. También, me ayudaron a organizar un taller de creación de cámaras pinhole con super8 con los miembros del colectivo, a partir de las técnicas enseñadas por Dianna Barrie y Richard Tuohy. AFW es una comunidad que cuenta con un laboratorio, para revelado artesanal, copiadoras ópticas y proyectores. Trabajan también en la post producción de la imagen con MemoryLab (film scan), y en constante búsqueda de llevar a cabo screenings con diferentes artistas que vienen de otras partes del mundo y conectar con diversos espacios independientes y creativos de la ciudad. Un espacio muy abierto a enseñar, compartir y profundizar en su práctica.
– Tu trabajo destaca en la exploración técnica y el conocimiento de los procesos creativos en soporte fotoquímico. ¿Cómo está influyendo en el desarrollo artístico de tu obra tu paso por NanoLab? ¿En qué estás profundizando allí?
Al ser una exploración técnica, muchas veces en el transcurso de esta investigación ha quedado la pregunta de “qué filmar”. Me cuestionaba mucho la imagen. Entonces empezaba a filmar lo que tenía cerca, con la excusa de hacer pruebas. Retrataba el espacio en el que me encontraba, mi mesa de trabajo, mis caminatas, se convertía en todo un diario del proceso de investigación. Poco a poco fui incluyendo espacios y personas que significaban para mí; como lo hice en mi último viaje a Lima (junio 2023) donde pude retratar a mi familia y sus entornos. Ahora en Daylesford retraté los paseos y caminos. Retraté la manera de relacionarme con el espacio donde vivía y trabajaba.
Es entonces que me empiezo a dar cuenta que estoy constantemente retratando lo que me rodea inmediatamente. Registrar dónde y cómo estoy. Esa línea entre la “práctica” (por no decir “trabajo”) y lo personal se vuelve cada vez menos clara. Todo cohabita en un misma línea, el dentro y el afuera, lo cerca y lo lejos.
– ¿Qué estímulos encuentras en el formato analógico de la imagen en movimiento y qué crees que aporta a tu proceso de creación esta elección?
Es una manera táctil, física y sonora de relacionarme con el cine. El film y sus componentes están de tal manera presentes que permite que puedas tocarlo, manipularlo con las manos, observar su reacción, incluso escuchar cómo se transporta el film al estar filmando. Hay una relación directa y presente con el material. En este proceso de crear cámaras, cada decisión de cómo se construye influye en el resultado de la imagen que captura; la tensión de sus partes, las distancias y tamaños. También en cuanto a lo sonoro, siendo en cinta magnética, ambos mecanismos tienen una característica circular, repetitiva y constante, que es un tema que vengo explorando desde el lado de la imagen, sonido y temporalidad.
– ¿En qué parte del proceso se encuentra el proyecto en estos momentos y cuáles serán los siguientes pasos a seguir?
Mientras escribía esto ya estaba hacia el final del proyecto de filmación. Me resulta mejor redactarlo ahora que hace unas semanas. E incluso todo tenga más sentido en unas semanas más, o meses, y así… Ahora volviendo a Madrid con las copias finales de película que podré mostrar en esta siguiente edición del (S8), incluyendo el trabajo sonoro en un cassette. Los siguientes pasos tendrán que ver con probar las proyecciones y sonido a una pantalla y un espacio.