Por Lila Foster, programadora.
Como pasa en todo país periférico, la cultura brasileña muchas veces trasluce el dilema de su necesidad de expresar lo que la hace particular frente a los códigos de un arte universal que no es suyo. Con la mirada puesta en los grandes centros, colonización, dependencia y atraso son las palabras que definen de entrada una condición de la cual intentamos siempre escapar, y que alimenta un deseo constante de modernización. El arte y la cultura brasileñas del siglo XX, sin embargo, nos enseñaron que la ecuación, a pesar de poseer unos polos bien definidos –moderno y arcaico, centro y periferia, tradición y vanguardia– no es tan simple como parece. El dilema de ser o no ser otro, sintetizado por el escritor y poeta modernista Oswald de Andrade en la máxima Tupi or not Tupi, that is the question, delimita una crisis de identidad constante, pero también una rica fuente de inspiración y un rasgo distintivo de la creatividad que nos es particular.
La cultura brasileña vivió momentos que marcaron la expresión de esta búsqueda de identidad mezclada con altas dosis de creatividad e invención: la literatura modernista de Mario de Andrade y Oswald de Andrade, la arquitectura moderna de los años 50 y 60 sintetizada en la creación de Brasilia, la explosión del tropicalismo en la música y en las artes plásticas, y el cine moderno brasileño de los años 60 y 70 representado por el Cinema Novo y el Cinema Marginal. En el caso específico del cine, la lucha constante por la propia existencia –no son raros los momentos de nuestra historia en los que se produjeron menos de una decena de películas por año– marcó de forma determinante la historia del cine brasileño. Antes de saber quiénes éramos, era necesario existir.
En el periodo mudo, cuando el cine ya se establecía como un arte de vanguardia y como una sólida industria de entretenimiento en Europa y en Estados Unidos, los cineastas brasileños sobrevivían a duras penas con películas de encargo, documentales para la élite local. Pocos eran los que se aventuraban por los caminos de la ficción, como fue el caso de William Schocair, dueño de una cervecería que decidió arriesgarse haciendo cine, y Mário Peixoto, director de la obra pionera de la vanguardia Limite. Figuras disímiles, al primero lo podemos identificar con lo habitual de esa época: una producción independiente que se inspiraba en el patrón hollywoodense. En Maluco e Mágico, una adaptación improvisada del famoso género de persecuciones con aires surrealistas, un mago desmadejado huye de la policía por las playas de Rio de Janeiro, donde encontrará un grupo de lindas girls. Limite, por contraste, es una excepción en toda regla, un film experimental único en la historia del cine brasileño, directamente inspirado en el cine de vanguardia europeo.
Humberto Mauro también empezó su carrera en el periodo mudo. Comenzó con una Pathé-Baby, para luego alcanzar notoriedad nacional a través de las páginas de Cinearte, revista ilustrada muy popular en la época. Brasa dormida y Ganga Bruta son obras pioneras del cine brasileño, pero el cine de ficción no garantizaba el sustento de los profesionales entonces. Mauro se ganaba la vida trabajando para el INCE (Instituto Nacional de Cinema Educativo), donde produjo cientos de documentales. En muchos de ellos, Minas Gerais, su tierra natal, era el escenario de esos films que captaban las tradiciones locales, los cantos de trabajo, registros de una vida que mutaba con la creciente modernización del campo. A velha a fiar ilustra de forma extremadamente graciosa una canción típica. Su montaje osado, el uso de iconos de la cultura de masas, las técnicas de animación y el hombre travestido de mujer confieren aires de experimentación a una película concebida en el universo institucional del INCE.
También patrocinada por el INCE, Fala Brasília es una producción conjunta de Nelson Pereira dos Santos y los alumnos de primer curso de cine de la Universidad de Brasilia, una corta experiencia educativa organizada por Darcy Ribeito terminada abruptamente durante la dictadura. Dib Lufti, responsable de las más bellas secuencias cámara en mano del Cinema Novo, se encarga de la fotografía. La grandiosidad de la arquitectura moderna y sus formas osadas contrastan con la dimensión humana de los candangos, los inmigrantes de distintos lugares de Brasil que construyeron ese escenario modernista. El contraste entre la forma arquitectónica y los cuerpos marca también el cortometraje Pátio, primera película de Glauber Rocha que anuncia ya en sus créditos la inspiración concretista de la imagen y el sonido. El film está dedicado a Walter da Silveira, crítico de cine y agitador cultural de Bahía, especie de mentor intelectual de Glauber Roca en sus primeros años de cinefilia. La cultura cinéfila marca también el primer film de Rogério Sganzerla. En Documentário, una cámara acompaña a dos jóvenes que caminan por una urbe agitada, en un film lleno de referencias a la cultura de masas y a iconos del cine moderno como Godard y Orson Welles.
Esta sesión de Archivos Históricos, Veja o Brasil, tiene como inspiración el título de la serie producida por el geógrafo Alceu Maynard para TV Tupi en los años 50, en la cual registró un Brasil profundo y desconocido. Las películas muestran las diferentes formas en las que el cine asume su brasilidade con imágenes que pasean por geografías diversas: el Rio de Janeiro de los años 30, el mar de Bahía, la moderna Brasilia, la metrópolis paulista y el interior de Minas Gerais. El programa refleja también el deseo de buscar elementos experimentales en películas que no se encuadran necesariamente en el género “experimental”. En Brasil no contamos con una tradición de cine experimental consolidada, y el cine de investigación formal está marcado por experiencias aisladas. Si bien no constituimos una tradición, el desafío lanzado aquí fue identificar y resaltar rasgos experimentales en diferentes culturas cinematográficas y mostrar en medio de ese contraste entre la naturaleza y la urbe, que ilustra la identidad visual del (S8) 2015, un poco de la inmensidad de este país continental llamado Brasil.
Veja o Brasil
Sesión 1
Hoy a las 18h.
Sesión 2. Limite
Viernes 5 de junio a las 18h.
CGAI