De entre las muchas joyas que nos trae la carta blanca elaborada por Angelika Ramlow, de Arsenal, hay dos películas de la pareja de cineastas australianos Corinne y Arthur Cantrill (cuyo trabajo también ha sido recuperado y restaurado por Arsenal). Se trata de Notes on the Passage of Time (1979) y Waterfall (1984) hechas con su particular técnica de trabajo con el color.
La separación tricromática es una técnica basada en los primeros experimentos de fotografía en color, que se basaban en la separación de los tres colores primarios, filmando en tres tiras de película en blanco y negro a través de filtros coloreados, que luego al positivarse se proyectan a través de esos filtros de color superponiendo las tres imágenes. Este afán nace de la insatisfacción con los colores de las emulsiones de las películas reversibles fabricadas en los años 70. Los Cantrill recuperan así los experimentos del científico inglés James Maxwell en 1861, una técnica que permite múltiples variaciones en torno al color, pero aplicada al cine. Con ella realizan una serie de naturalezas muertas, de retratos y de películas de paisajes. Los resultados fueron muy emocionantes, como ellos mismos cuentan: «A menudo veíamos una ilusión tenaz de tridimensionalidad, debida quizá al piqué y a la ligera vibración que se observaba en los contornos de los objetos». También van descubriendo alucinantes efectos de la técnica en el paisaje australiano: «Todo movimiento en el campo, como el del vuelo de los pájaros, aparecía magenta, cían o amarillo, según la separación en la que se producía. Se convierte en algo especialmente espectacular en la zona del cielo sobre la imagen donde se producen, entre las tomas, grandes movimientos de nubes, como en un plano en Corroboree Rock (en Australia Central), en el que la roca aparece extrañamente compacta y escindida del cielo».
Esto dio pie a amplias posibilidades creativas: «A lo largo de nuestros últimos ensayos, hemos manipulado un poco los colores. Estos se modificaban, por ejemplo, haciendo que la banda roja pasara por la bobina verde y viceversa, mezclando las películas, unas con las otras. Esto producía resultados cromáticos muy prometedores, un cielo azul podía así tomar bruscamente un tinte rosa irreal. El trabajo de separación coincidió con nuestro deseo de volver a una serie de estudios estáticos –paisajes, naturalezas muertas. Nos acordamos de las palabras de Cocteau cuando decía que se siente pasar el flujo del tiempo en un plano de cine que muestra un objeto estático, mientras que no se siente cuando se proyecta una diapositiva que representa lo mismo. Superponiendo tres tomas del mismo tema, el «flujo del tiempo» queda multiplicado por tres: es interesante ver hasta qué punto aparece en algunos planos (e incluso en algunos detalles en el interior del plano) y no en otros. En una naturaleza muerta, una ciruela se pudre lentamente bajo la luz cálida, de manera que un acento de luz que se desplazaba por la toma quedaba descubierto en la copia, ajustando en sus movimientos los colores del espectro».
A continuación reproducimos algunas notas de los Cantrill sobre los dos films que nos ocupan:
Notes on the Passage of Time (1979): «En ésta, más que en cualquier otro estudio sobre la triple separación de color hasta la fecha, trabajamos con el tema del título. Filmamos una serie de veces durante el día la misma escena, una vista con telefoto de Amethyst Avenue, Pearl Beach, donde hay una caseta con grandes ventanas que reflejan el mar al fondo, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde. Por el espacio de la calle pasan peatones, ciclistas y coches, mientras se entrevén los barcos en el agua. Hay un sentido de lo efímero de las actividades humanas en la traducción de los sujetos en movimiento transparentes y coloreados, mientras que los sujetos inanimados (la cabaña, la carretera, la colina distante) poseen una cualidad de permanencia. Además del paso diario del tiempo, está el paso de las estaciones, puesto que la primera parte de la película se filmó a principios de invierno, mientras que la segunda parte se filmó a mediados de verano. El cambio en los ángulos y el color de la luz del sol es evidente. De hecho hay tres pasos del tiempo: el de cada conjunto de las separaciones de color, el de la progresión del día y el estacional».
Waterfall (1984): «Waterfall empezó con la noción de que en cierta fotografía de paisajes del siglo XIX –especialmente la de Eadweard Muybridge– las imágenes de las cascadas eran estudios del tiempo. La lenta velocidad de obturación aseguraba que la fotografía no representaba el agua, sino el paso del tiempo, o más bien el volumen de espacio que ocupaba durante la exposición. En esta película de triple separación de color las tres imágenes superpuestas del agua en movimiento se combinan en un volumen sólido, blanco e indiferenciado, rodeado de una actividad coloreada procedente de las variaciones del flujo de los patrones. Para realzar el efecto, ralentizamos la velocidad de obturación a una exposición por fotograma; el agua se convierte en una ráfaga de material deliberadamente poco definido que parece estar subiendo al mismo tiempo que bajando. Las referencias a la tradición fotográfica continúan en el color que rodea al paisaje: están cubiertas por lavados de color provocados por las sombras de las nubes cuando se mueven de diferente manera por las separaciones, evocando las primeras pruebas de la fotografía en color y los resultados del tinte y de los tonos. La banda sonora es una mezcla de tres efectos de cascada diferentes, modificados de manera diferente con un ecualizador gráfico, con pequeños cambios en el espectro de la frecuencia, anticipando los cambios en la imagen. Se compuso en una toma, en tiempo real, para la película. El rodaje tuvo lugar en MacKenzie’s Waterfall, en The Grampians, Western Victoria».
Traducciones al español de los textos de los Cantrill de Francisco Algarín Navarro, publicadas originalmente en Lumière.