A continuación, y con motivo a este homenaje que rendimos a Mekas a través de sus cineastas favoritos, a los que impulsó a través de sus escritos y sus programas, reproducimos un fragmento de sus Diarios de cine dedicado a la fundamental Marie Menken.
4 de enero de 1962
Empezaré el año elogiando a la poeta.
La muestra retrospectiva de Marie Menken en el Charles Theatre la semana pasada fue un acontecimiento importante para todos aquellos que se interesan por el cine. No vi a ninguno de los críticos de diarios o semanarios en la exhibición; nunca los veo en ninguna exhibición importante de trabajos poéticos o experimentales. Archer Winsten, el único crítico que asistió, se fue de la sala después de la segunda película. El placer fue dejado por entero al público. El público está más preparado a aprender y explorar lo desconocido que nuestros críticos.
La obra de Marie Menken, tal como fue presentada en el Charles, era consistentemente poética y consistentemente buena. Cuatro de sus películas: Arabesque for Kenneth Anger (1961), Bagatelle for Willard Maas (1961), Notebook (1963) y Glimpse of the Garden (1957) deben contarse entre los mejores que podemos encontrar actualmente en poesía fílmica.
La poesía fílmica ha pasado por varios periodos históricos. Tenemos la avant-garde francesa: Cocteau, el periodo simbólico-surrealista; tenemos el periodo experimental americano de los años 40: Maya Deren, Harrington, Anger, Maas; mitología, simbolismo freudiano; Brakhage y Menken representan la espina dorsal del tercer periodo, una poesía libre de obvio simbolismo y de influencias artísticas o literarias, una poesía donde la sintaxis fílmica alcanza una espontánea fluidez y donde las imágenes son verdaderamente como palabras que aparecen y desaparecen y se repiten mientras crean conjuntos y manchas de significados visuales,impresiones.
La obra de Marie Menken es lo contrario de la prosa en el cine (drama, episodio, relato). Hay obras de ficción que contienen poesía, pero no hay buena poesía, y especialmente buena poesía lírica, que contenga prosa; y Marie Menken es una poeta lírica. La estructura de las frases fílmicas de Menken, sus movimientos y sus ritmos son los de la poesía. Traslada la realidad a la poesía. Es a través de la poesía que Menken nos revela los sutiles aspectos de la realidad, los misterios del mundo y los misterios de su propia alma.
Menken canta. Su objetivo está enfocado en el mundo físico, pero ella lo ve a través de un temperamento poético y con una sensibilidad intensificada. Captura los trozos y fragmentos del mundo que lo rodea y los organiza en unidades estéticas que se comunican con nosotros. Su lenguaje fílmico y sus imágenes son agudos, nítidos, maravillosos.
Hay secuencias en Arabesque for Kenneth Anger y en Notebook que están entre las frases más inspiradas de la poesía fílmica.
¿Traspasa Menken la realidad? ¿O la condena? ¿O, simplemente, va directamente a la esencia de la realidad? ¿No es la poesía más realista que cualquier realismo? El realista ve solamente la fachada de un edificio, su contorno, una calle, un árbol. Menken ve en ellos la moción del tiempo y del ojo. Ve las mociones del corazón en un árbol. Ve a través de ellos y más allá de ellos. Retiene una memoria visual de todo lo que ve. Recrea momentos de observación, de meditación, de reflexión, de maravilla. Una lluvia que ve, una tierna lluvia, se convierte en la memoria de todas las lluvias que ha visto hasta entonces; un jardín se convierte en la memoria de todos los jardines, todo el color, todo el perfume, todo el pleno verano y el sol.
¿Qué es la poesía? ¿Una exaltada experiencia? ¿Una emoción bailando? ¿Una lanza en el corazón del hombre? Somos invitados a una comunión, sometemos nuestra voluntad, nos disolvemos en el flujo de sus imágenes, experimentamos la entrada en el santuario del alma de Menken. Nos sentamos en silencio y tomamos parte de sus pensamientos secretos, de sus admiraciones y sus éxtasis, y nos hacemos más bellos. Pone una sonrisa en nuestro corazón. Nos salva de nuestra propia fealdad. Esto es lo que hace la poesía, y esto es lo que hace Menken.
Hay poetas que sólo están empezando a cantar. Vemos sus frases torpes, sus imágenes vagas o confusas, sus movimientos inseguros. Tanteando, buscando, se mueven a través de la pantalla. La obra de Marie Menken es madura y está cuidadosamente terminada. Hay muy pocas líneas inseguras o sin terminar en su lenguaje. Los diez films que se exhiben en el Charles representan el trabajo de su vida, y este trabajo, estos sesenta minutos, la ponen dentro de lo mejor de nuestro cine poético contemporáneo.
“La verdadera poesía puede a veces ser aceptada por la masa cuando está disfrazada de otra cosa. Pero, en general, la nuestra es una civilización en la que la palabra poesía evoca una mueca hostil, o en el mejor de los casos, esa glacial aversión que la mayoría de la gente siente cuando oye la palabra ‘Dios’”.
George Orwell