JODIE MACK. POPULAR ABSTRACTIONS

May 31, 2021 | Destacados, Entrevistas

Este año dedicamos uno de nuestros Camera Obscura a Jodie Mack, quien nos visitó físicamente en 2014 con su programa “Let Your Light Shine». Con motivo de este nuevo encuentro con su obra, recuperamos una entrevista de ese año en la que hablamos con ella de su interés por los patrones.

¿Cómo empezó tu interés por los patrones? ¿Por qué eliges motivos como las mantas de patchwork (Blanket Statement #1, de 2012, y Blanket Statement #2, de 2013), los papeles pintados (New Fancy Foils), los paramecios (Persian Pickles, 2012), o el encaje (Point de Gaze, 2012)?

Buena pregunta. Crecí en Londres, donde pienso que hay una gran sensibilidad en lo que a diseño gráfico se refiere, pero creo que eso es algo que no resonó realmente en mí hasta que empecé a hacer estas películas con diseños…

Es algo que puede ser visto como arte abstracto, pero no es arte, es algo más popular y presente en la vida diaria.

Sí. Lo que intento señalar es cómo los motivos del arte abstracto juegan un papel en la vida diaria de todos, me interesa pensar en por qué la gente cree que no le gusta el arte abstracto, cuando las cosas que se ponen o que compran para sus casas son lo mismo, y usan los mismos motivos que muchas pinturas abstractas. Mis primeras películas con patrones hacían inventario de mis propias pertenencias, como es el caso de Posthaste Perennial Pattern y Rad Plaid, ambas de 2010. En ellas intento hacer animación abstracta conceptual, intentando traer a colación el papel de la animación abstracta en sí misma, algo que tiene trampa pues no se puede hacer una película abstracta que sea sobre algo, pues entonces deja de ser abstracta. Me pregunto si es posible hacer una película abstracta sobre la abstracción, y cómo un público estándar digeriría eso.

En el caso de tu trabajo, hay mucha abstracción pero está cargada de sentido.

Exacto. Y lo que ocurre cuando los patrones se mueven rápidamente es que hay una apariencia de simultaneidad, que de algún modo encapsula un montón de cosas que recuerdas haber visto en tu casa, en las tiendas o en la calle. Me interesa crear una especie de inventario estroboscópico. Antes lo que hacía era simplemente tomar lo que tenía, pero ahora intento ser más pragmática en estas decisiones. Empecé haciendo películas sin cámara, de modo que tuve interés por los símbolos muy pronto. En los filmes sin cámara tu lienzo es tan pequeño que los símbolos no tardan en emerger. Hay tantas imágenes posibles: un círculo, un símbolo de la paz, una cara que se convierte en una señal de stop, o en una flor o en cualquier otra cosa. Me interesa cómo pueden funcionar todos esos patrones a un nivel más complejo.

Por ejemplo, con los paramecios. Con ellos abrí la puerta a la post-psicodelia, pues los paramecios de hecho empezaron siendo motivos religiosos en diferentes culturas y nacionalidades y más tarde, a través de su apropiación por parte de la psicodelia, y de los beatniks, terminaron significando algo completamente diferente. Así, lo que en un principio era una representación de dios, más tarde se convirtió en símbolo de la cultura antibélica. No digo nada de esto en la película (Persian Pickles), pero intento organizar los patrones cronológicamente de modo que sea posible hacerse una idea de cómo el motivo evolucionó en el tiempo.

En mi película con encajes (Point de Gaze), por otro lado, intentaba hablar de cierto voyeurismo delicado, o sobre la intimidad de ver cómo el cine se posa sobre tu propio cuerpo.

También empecé a trabajar con quilts hechos por mujeres, y en ese film (Blanket Statement #1) el uso de imágenes impresas sobre la banda sonora de la película crea una tensión entre la seguridad de la esfera doméstica y la agresividad de la esfera sonora, pues el sonido en la pista sonora óptica es muy abrasivo, mientras los quilts son cálidos y suaves. Habla, así, de una especie de desasosiego doméstico.

Y de lo pasivo-agresivo de la domesticidad.

Si, de lo pasivo-agresivo. Por ejemplo, ahora estoy trabajando en una serie de filmes que se pueden catalogar como etnografía estroboscópica, o como diarios de viaje estroboscópicos. He empezado con motivos mexicanos, viajando después a diferentes partes de los Estados Unidos para ver cómo esos motivos han penetrado en otro país. Algo que ha surgido a partir de esto, sin pretenderlo, es que son películas que tratan sobre el trabajo de muchas maneras, pues es inevitable preguntarse de dónde vienen estas cosas, las industrias de las que provienen y cómo son hechas. Al ir a México me di cuenta de que me encontraría con muchos objetos hechos a mano que se han convertido en otra cosa. Los bordados de Güipil, por ejemplo, antes se hacían a mano y ahora se hacen a máquina. Coleccionando materiales a lo largo de estos años creo que me he ido interesando en la evolución de las formas de trabajo y de producción, que es algo que también trata el programa “Let Your Light Shine”. Estos negocios cambiantes, las modas, la producción de mercancía barata que se puede comprar para el hogar y que se puede usar para dotar de momentos espectaculares a la esfera doméstica.

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