ENTREVISTA A MARÍA PIPLA: BENEFICIARIA DE LAS BECAS eSe8_LAB

Abr 11, 2023 | Destacados, Entrevistas

  • El pasado 2022 se inauguraron las Becas eSe8_LAB para el desarrollo de proyectos cinematográficos en una institución de prestigio en Europa, financiadas por la Unión Europea – NextGenerationEU como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Dos proyectos fueron seleccionados para ser desarrollados durante cinco semanas en el Baltic Analog Lab de Riga; uno de ellos fue el de María Pinell Plana (María Pipla): ‘As time bends’. Hemos hablado con ella de su proceso de creación allí, una exploración del tiempo y de su diálogo entre las posibilidades del cuerpo y de los dispositivos fílmicos. ‘As time bends’ tendrá su Estreno Mundial en el XIV (S8), el próximo junio de 2023 en A Coruña.

¿Podrías realizar una pequeña introducción de tu proyecto ‘As time bends’?

As Time Bends parte del interés por la experiencia del tiempo fílmico y, en concreto, por cómo construir el efecto de la cámara lenta, a través de la exploración de los ritmos de nuestros cuerpos  y de los ritmos de los aparatos cinematográficos –cámaras y proyectores.

En el proyecto filmo varias veces una coreografía interpretada por una performer de danza contemporánea, usando en cada toma una estrategia distinta para conseguir este efecto. Trabajo con tres variables: las posibles velocidades de un cuerpo para realizar un gesto, las posibles velocidades de una cámara para grabar este gesto y las posibles velocidades de un proyector para mostrar este gesto. La combinación de las variables me permite explorar el diálogo entre las posibilidades del cuerpo y de los dispositivos fílmicos, creando un ejercicio de contemplación en el que me gustaría prestar atención al detalle y a la potencia de un tiempo que parece abrirse, dilatarse, transcurrir de forma distinta al de nuestro presente.

Cuéntanos brevemente cómo fue el proceso de creación durante tu estancia en el Baltic Analog Lab de Riga y la evolución de tu proyecto desde su concepción.

El proceso de creación en Riga fue junto a Līga Ubele, una bailarina y coreógrafa de danza contemporánea letona con quien colaboraré desde el inicio. Nos conocimos poco antes de viajar a la ciudad, le expliqué el proyecto y contectamos porque en su último trabajo, Untitled, ella también había explorado ritmos muy lentos en el movimiento y la danza. Quería explorar cómo un término que proviene del cine, la cámara lenta, acaba permeando el cuerpo y, a la vez, qué oportunidades puede tener el hecho de ensayar este cambio de compás.

Trabajar conjuntamente fue muy enriquecedor, pero también intenso. En las cuatro semanas montamos el dispositivo técnico de cámaras y proyectores y también coreografiamos una secuencia de movimientos que jugase a favor del proyecto. Queríamos encontrar un balance entre estos dos aspectos y hacer que dialogasen, lo cual requiere tiempo de ensayo y habitar la propuesta, entrar en la lentitud, algo que tuvimos que hacer con poco tiempo. Aun así, la experiencia se convirtió en un ensayo crucial para entender mejor el dispositivo, sus necesidades y riesgos.

¿Qué ha significado para ti la oportunidad de estar trabajando durante un mes íntegramente en un proyecto artístico?

Pude sumergirme en el proceso creativo de una forma mucho más intensa, disponer de tiempo y recursos para dedicarme por completo, algo que no siempre puedes permitirte. Yo venía de acabar MASTER.LAV hacía pocos meses y la residencia me permitió continuar con un ritmo de trabajo parecido al que tenía en la escuela, donde también estuvimos muy inmersas en nuestros procesos. De hecho, As Time Bends es uno de los proyectos que desarrollo allí, en una primera tentativa que hice junto a Céline Latil. Así que fue genial poder retomarlo y además hacerlo en otro contexto como BAL del que continuar aprendiendo. Ese mes fue muy importante para concretar el proyecto y entender mejor qué necesitaba para continuar desarrollándolo.

¿Cómo ha influido en el desarrollo artístico de tu obra tu paso por el Baltic Analog Lab? ¿En qué has podido profundizar allí?

Durante mi paso por el BAL pude ahondar en el dispositivo fílmico del proyecto y, a la vez, entrar más a fondo en el proceso de revelado manual. En Riga quería hacer un poco más compleja la primera prueba que realicé en LAV, por lo que usé una Bolex con motor para grabar a varias velocidades planos secuencia de la coreografía que habíamos montado. El motor justamente falló en las tomas que grababa a cámara lenta, por lo que no conseguimos ese efecto a través de la variante de la cámara, sino únicamente a través del cuerpo, algo que fue curioso. Así aprendí a incluir en el proyecto también el error, el desfase, la particularidad de cada aparato y del cuerpo.

Profundizar en el proceso de revelado manual también fue una parte muy importante de la residencia. Armands Andže, el encargado del laboratorio en BAL, y también Helena Estrela, me ayudaron mucho en este proceso. En BAL hay una clara voluntad de experimentar dentro del laboratorio, abrazando y valorando posibilidades y procesos que en otros contextos no tendrían espacio. Además, nuestro paso por BAL coincidió con su fiesta de aniversario, por lo que también fue una oportunidad para ver algunas de las piezas y conocer mejor su comunidad.

Has trabajado codo con codo con Helena Estrela, compañera de estancia en el BAL de Riga. ¿Qué ha aportado a vuestra experiencia artística esta convivencia?

Conocer y trabajar junto a Helena ha sido algo que valoro mucho dentro de toda la experiencia. Nos fuimos conociendo a la vez que íbamos desarrollando nuestros proyectos y tuvimos la suerte de congeniar. Para mí, fue un regalo poder acompañarnos mutuamente en este proceso y compartir cómo lo veíamos cada una. Nuestros proyectos eran distintos, así que disfruté mucho y aprendí con su forma de trabajar, cómo iba recopilando pequeñas historias sobre el sol en Riga para ir hilando su película, desde el terreno de la experiencia más cotidiana, del azar del día a día.

En el (S8) le dedicamos una especial atención a la creación cinematográfica en tiempo real en sus diferentes formas, como la film performance o el cine expandido. ¿Qué opinión te merece esta dimensión del cine?

Creo que ambos términos conectan justamente con una dimensión corporal que me interesa mucho. Trabajar con imágenes siempre implica trabajar con nuestro cuerpo. Estas tienen la capacidad de atravesarnos, interpelan a nuestros sentidos. La dimensión del cuerpo se agudiza en estos terrenos más performáticos del cine experimental, se convierte en una oportunidad para explorar. El año pasado disfruté mucho de las proyecciones en la Fundación Luís Seoane, con Gold Film de Deneb Martos, los proyectos de Laura Moreno Bueno y Jorge Suárez-Quiñones Rivas y las piezas de Dianna Barrie y Richard Tuohy, así que tengo ganas de ver más en esta edición y continuar descubriendo. Además de la cuestión del cuerpo y del tiempo, también creo que estos campos suelen presentar un desvío respecto a la forma de organizar el espacio de proyección, algo que también me gustaría continuar explorando.

¿Qué estímulos encuentras en el formato analógico de la imagen en movimiento y qué crees que aporta a tu proceso de creación esta elección?

Mi reencuentro con el analógico ha sido algo fortuito, pero también me ha motivado mucho a explorar de forma más profunda el medio. Su fisicalidad permite experimentar de mil formas sus particularidades y límites, algo que se convierte en también una potencia. Siempre que trabajo en fílmico pienso en esta dimensión material, en la unidad mínima del fotograma, en su relación con la proyección, en el proceso de filmación de una imagen. Desde un lado mucho más irracional, cuando de adolescente empecé a hacer fotos fue en formato analógico. Creo que hay algo en la decisión de continuar trabajando en película que nace de allí, de conectar con ese momento vital de prueba y búsqueda.

¿En qué parte del proceso se encuentra el proyecto en estos momentos y cuáles serán los siguientes pasos a seguir?

Regresé de Riga con muchas ganas de seguir trabajando en el proyecto, por lo que decidí grabar de nuevo recogiendo todo lo aprendido con la pieza realizada en BAL. En esta ocasión, colaboro con Èlia Brugulat, también bailarina de contemporáneo de Barcelona, en la grabación de una nueva coreografía desde hace unos meses. Hemos pulido algunos aspectos técnicos y queremos aprovechar para registrar una serie coreográfica más larga, en la que poder desplegar mejor la propuesta y que la experiencia del tiempo fílmico sea más dilatada. Paralelamente, trabajo con la variable del proyector para la presentación en (S8), que a su vez es el elemento que aporta la dimensión del tiempo real y la especialidad a la pieza. Tengo muchas ganas de poderla mostrar y, en el futuro, trabajar esta relación cuerpo – dispositivos fílmicos de una manera más continuada.

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