LEAH SINGER & LEE RANALDO. EXPLOSIONES AL RALENTÍ

Jun 4, 2022 | Artículos, Destacados

  • Además de la performance Contre Jour, con la que se clausura esta edición, tendremos la ocasión de ver un puñado de películas de Leah Singer y de Lee Ranaldo de las últimas décadas, precedidas por una conversación con los artistas.

La asociación de Singer y Ranaldo empieza a principios de los 90, momento en el que ambos empiezan a conjugar saberes e intereses. Lee Ranaldo proviene de Long Island. Estudió en la Universidad de Binghamton, cuyo departamento de cine fue fundado por Larry Gottheim, y donde han enseñado Ken Jacobs, Hollis Frampton, Peter Kubelka y Ernie Gehr, entre otros. Ranaldo empieza sus pasos musicales también desde la vanguardia neoyorquina tocando con músicos como Rhys Chatham y Glenn Branca. Es el Nueva York en donde el punk de los Ramones confluye con la no wave, en una escena en la que el cine underground está en directa conexión con la escena musical. Es el caso de las películas de Vivienne Dick, Scott B y Beth B y Amos Poe (con su seminal film de 1976 Blank Generation, con Iggy Pop, Patti Smith,Television, Talking Heads y New York Dolls, entre otros). Ranaldo empieza su andadura en Sonic Youth en ese caldo de cultivo a principios de los 80, años fuertes de experimentación de la banda. Leah Singer, escritora y artista multimedia, originaria de Winnipeg, Canadá, se mudó a Nueva York en 1988. Singer, formada también en cine, fotografía y pintura, termina involucrándose también en esos años en la escena de música improvisacional de Nueva York.

Con este background ambos empiezan a colaborar en 1991, y de hecho una parte de las películas que componen la selección que podremos ver implican algún tipo de colaboración interdisciplinar entre ambos, incluso cuando la autoría es de uno o de otro. En obras como Here (1992), protagonizada por paisajes urbanos desolados y con un cierto aire melancólico, la banda sonora es una improvisación de Ranaldo. La pieza, en blanco y negro, combina imágenes en movimiento con otras detenidas, detalles de un trayecto en coche por carreteras infinitas, aparcamientos y moteles, planos cerrados de detalles del paisaje de los rostros. Singer emplea en Here un hallazgo que exploraría también en sus performances junto a Ranaldo, que es el uso de una cámara de fotografía fija cargada con película de super 8 y 16mm. Singer impresiona así toda la superficie de película, en fragmentos que luego manipula en vivo con proyectores analíticos, máquinas diseñadas en su día para estudiar el cine y con los que es posible parar y ralentizar la imagen, cosa que no se podría hacer un proyector normal sin que la película ardiese. Esto ha sido algo fundamental en el trabajo con la imagen de Singer, que ha contado a lo largo de los años con un importante elemento de intervención en directo. De esas performances salen versiones en forma de película monocanal, que veremos en esta sesión. En uno de los casos, se trata del registro de una actuación de Sonic Youth y de Pavement que luego es sometido, en directo, a esa intervención que al ralentizar y parar la película da un aire fantasmal a las imágenes, tomadas también de manera oblicua en oposición a la espectacularidad y a los fastos del rock and roll mainstream. Cualidad acentuada por la asincronía del sonido, grabado en otra actuación en directo de la banda. Un concierto visto desde el ensimismamiento y la introspección, que se emparenta con la estética de cineastas como Jem Cohen, también fuertemente ligado a la escena musical independiente. 

Leah Singer colabora también con otras bandas de la escena noise, como por ejemplo Band of Susans. De esa unión sale The Last Temptation of Susan (1994), hecha con la técnica de cámara de foto fija de Singer. Una pieza montada al ritmo de una canción de la banda, sinfonía nocturna de Nueva York, sus multitudes y sus neones con un par de pinceladas de metraje encontrado. Una expresión visual de cierta manera de estar en el mundo. 

El registro diarístico es algo que sobrevuela en cierto modo muchas de las películas de la sesión. Algo que se ve claramente en la pieza de Ranaldo LS in Central Park (1993): siguiendo la estela de Mekas, Ranaldo filma en Central Park momentos felices y de epifanía. Este retrato amoroso de Singer concentra ese encantamiento, acentuado por los reflejos luminosos que se superponen a la imagen del rostro de ella, puntos de luz brillantes en movimiento. Here y Navel Milk Prison (2009) son en cierto modo road movies o diarios de viaje. En el caso de la segunda, acompañamos a una mujer y a un niño en un trayecto por carretera desde el asiento de atrás. La banda sonora es un poema escrito por Ranaldo a partir de correos de su bandeja de spam. Una colección de palabras random que interaccionan con lo que vemos, sumándole otra dimensión a los paisajes típicamente estadounidenses vistos desde un descapotable en un día soleado. Isolation (2021) es, más bien, un diario de pandemia colectivo convocado por Ranaldo al ritmo de su versión de la canción homónima de John Lennon.

Drift es una de las versiones del trabajo que ha derivado en la performance que veremos bajo el título de Contre Jour. En Drift vemos dos pantallas de imágenes manipuladas por Singer: empieza con una impactante visión en blanco y negro, por un lado un teléfono, por el otro una mano que luego vemos también en rayos X. Más adelante, vistas urbanas, texturas de la trama de un periódico, multitudes agolpadas. Imágenes detenidas, ralentizadas. En una segunda parte de la pieza, vemos esa doble proyección multiplicada por cuatro, al proyectar en positivo y negativo imágenes a color tomadas con una cámara de 8mm: el resultado de la película de cámara sin cortar es una imagen cuádruple a cada lado. De fondo, la intervención sonora de Ranaldo. El denso paisaje musical nos va introduciendo más y más en lo que vemos. La poesía interviene también en forma de spoken word, un río de palabras que hablan del paisaje apocalíptico después de los atentados del 11S y de la caída de un emblema neoyorquino, las torres gemelas. Como una respuesta visceral ante el horror circundante, que funciona como especie de antídoto ante la sobrecarga mediática despiadada. 

Tan solo algunos testimonios de una vida sentimental y creativa juntos que se extiende a lo largo de treinta años, un preludio al final catártico que dará Contre Jour a la edición del (S8) este año. 

PUBLICACIONES RECIENTES