HANGJUN LEE

DESBORDAMIENTOS

Patio de la Fundación Luis Seoane | Sábado 3 de junio | 23:00 horas | Entrada libre a todas las sedes hasta completar aforo.

Hangjun Lee es una de las figuras elementales del cine experimental coreano. Además de trabajar como artista en el campo del cine expandido y como cineasta, es programador, investigador y ha estado al frente del festival EXiS en Seúl. En esta ocasión, presentamos dos de sus film performances, que hablan de algunos de los intereses presentes en su trabajo. Por un lado, Film Walk, en la que subvierte y ocupa el espacio de la sala de cine y las maneras «correctas» de usar los proyectores, y Phantom Schoolgirl Army, en la cual se recoge ese mismo espíritu agitador, pero volcándolo en la revisión simbólica de un convulso incidente de la historia reciente de Corea. 

FILM WALK
Hangjun Lee, Corea del Sur, 2011, multiproyección en 16mm con dispositivos de sonido óptico y electrónico, 20 min.

Film Walk es quizás el non plus ultra de esta rama de performances basadas en la proyección, tratando al proyector literalmente como un instrumento. En este trabajo, que ha variado su forma a lo largo de los años, Lee enhebra película de 16mm solo en el cabezal sonoro de un proyector afinado puesto de lado, evitando la ventanilla del proyector. Esta película es de doble perforación, lo que quiere decir que una segunda fila de perforaciones recorre el lado de la tira de película donde la banda sonora está normalmente. Según éstas pasan por el cabezal de sonido, producen un ronroneo electrónico o, si se lo amplifica lo suficiente, un inquietante chirrido metálico comparable al sonido de una sierra radial. Lee tira de la película que pasa por el proyector a mano, arrastrándola bruscamente por el cabezal de sonido. Las variaciones de velocidad resultantes del movimiento manual provocado por Lee en la tira de película ocasionan cambios abruptos en la frecuencia y el timbre del sonido de las perforaciones. (Jonathan Walley, Cinema Expanded)

PHANTOM SCHOOLGIRL ARMY 
Hangjun Lee, Francia, 2013-2014, film performance en 16mm con luz estroboscópica y sonido óptico, 25 min. 

El vertiginoso trabajo de performance audiovisual Phantom aborda la Rebelión Yeosu-Suncheon (1948), uno de los oscuros traumas históricos de Corea del Sur cuyas consecuencias inmediatas (se estima que el número de víctimas alcanza las 10.000) y repercusiones a largo plazo establecieron de manera efectiva el «terror rojo» o anticomunismo, siendo vital, o más bien mortal, en muchas vidas, así como en el imaginario igualitario de la Corea del Sur de posguerra. El hecho de que los retratos fotográficos de la película no sean los de las víctimas reales sino de gente captada más tarde en la misma zona –con los que Lee se hizo en un estudio fotográfico local– complica aún más la cuestión del «reconocimiento». Uno se ve tentado a sugerir que Phantom sirve, paradójicamente, para olvidar esas caras, junto con el trauma histórico de la masacre, mientras busca recordarla. Si nuestra lectura de que Phantom virtualiza y reanima el lugar de la masacre es cierta, también podría decirse que la propia aparición de las caras de la gente marca el momento de su identificación como blanco y como tal su vulnerabilidad y su exposición a las balas. En este sentido en particular, las caras en las placas fotográficas no deberían durar tanto como para ser reconocidas. Su fisonomía queda ilegible o, en consonancia con la insistencia de Lee en la «zona gris», se vuelve gris. En una palabra, han de parpadear. (Yung-Bin Kwak, Fireworks and Massacre in Grey (Spasmodic) Room)