PHILIPP FLEISCHMANN

PROGRAMA

Sala (S8) Palexco | Sábado 4 de junio | 12.30 horas | Entrada libre a todas las sedes hasta completar aforo. No será posible acceder a las salas una vez empezada la proyección. 

UNTITLED (GENERALI FOUNDATION VIENNA)
Philipp Fleischmann | 2015 | Austria | 16mm | 1 min

Un retrato a la manera de Fleischmann de la ahora desaparecida Generali Foundation Vienna cuando ya estaba cerrada. Como en la mayoría de las obras de Fleischmann, la obra no es un encargo de la institución, sino que más bien trabaja en los intersticios de la oficialidad.

MAIN HALL
Philipp Fleischmann | 2013 | Austria | 35mm | 5 min

Main Hall puede ser entendida como una doble intervención sobre el mito del cubo blanco. Por un lado, en su irónico comentario al transformar el espacio en un objeto de arte, gesto tan autorreferencial que hace que, en efecto, en la obra de Fleischmann el espacio se mire a sí mismo. Por otro lado, en su interior, yace un intento concienzudamente carente de ironía de contemplar el espacio, que ha tenido un rol tan prominente en el discurso del arte, de nuevo, de una manera que nosotros como humanos no seríamos capaces sin la existencia de un medio como el cine analógico. (Alejandro Bachmann)

MUMOK KINO
Philipp Fleischmann | 2017 | Austria | 35mm | 2 min

El mumok kino, diseñado por el artista Heimo Zobernig y el arquitecto Michael Wallraff, contiene en el mismo edificio una caja negra (sala de cine) y un cubo blanco a modo de galería y recinto para eventos. En sus 80 segundos de duración, la película de Fleischmann muestra el camino/transición entre un espacio y otro, ambos culturalmente cargados de significado.

THE INVISIBLE CINEMA 3
Philipp Fleischmann | 2018 | Austria | 35mm | 1 min

Concebido por el cineasta Peter Kubelka como una máquina de visionado que no debe distraer, en la que solo el film proyectado debería “dictar completamente la sensación de espacio”, la historia del Invisible Cinema pasó por varias localizaciones y apariencias (con instalaciones más o menos ambiciosas, fue construido en 1970 en Nueva York, luego en Viena en 1989 y más adelante remodelado en ese mismo sitio en 2003) siempre de acuerdo a la máxima minimalista de ser una caja completamente negra, sin superficies reflectantes a excepción de la pantalla. Ese mismo sentido de austeridad visionaria, en el cual el respeto por un arte de luces y sombras da paso a una experiencia de visión sin igual, es con lo que Fleischmann parece haber sintonizado como una suerte de cineasta-medium. Mitad fantasmagoría, mitad plano en movimiento, The Invisible Cinema 3 es una inmersión relámpago de 43 segundos en la oscuridad total del edificio cuya única distracción viene marcada por una serie de puntos blancos oscilantes (las luces de sala) que desfilan por el cuadro hacia arriba y hacia los lados. El resultado es una miniatura fría e hipnótica, una rodajita de realidad no mediada que lanza sobre el espectador una lluvia de preguntas sobre la naturaleza del cine como medio, demasiado poderosa como para salir del cine ileso. (Pablo Marín)

AUSTRIAN PAVILION
Philipp Fleischmann | 2019 | Austria | 35mm | 4 min

Filmada en el pabellón nacional que le da nombre en los Giardini della Biennale en Venecia, el cortometraje de cuatro minutos registra el singular plano interior y exterior del arquitecto Josef Hoffman a través de tres cámaras planas asentadas sobre un umbral y un arco de 25 pies de alto capaz de capturar una vista de casi 360 grados del espacio a través de la exposición manual de una tira de película de 35mm de longitud equivalente colocada en paralelo a la curvatura de la estructura. El resultado es una especie de registro del pabellón y sus alrededores suspendido verticalmente, que capta una ancha franja de los muros vacíos del espacio, claraboyas, follaje exterior y fuentes de luz diversas, conseguido a través de lo que parece ser a simple vista una serie de movimientos de cámara continuos y en curvatura ascendente. (Jordan Cronk)

UNTITLED (34BSP)
Philipp Fleischmann | 2021 | Austria | 35mm | 5 min

En este trabajo, encargo de la 34 Bienal de São Paulo, Fleischmann responde a la arquitectura del pabellón de Ciccillo Matarazzo creando su trabajo más expansivo, en el que recorre el edificio desde su planta baja, rodeada por el parque Ibirapuera, hasta su techo. (Bienal de São Paulo)

PHILIPP FLEISCHMANN

MÁS ALLÁ DEL FOTOGRAMA

Queda claro que la cualidad maquinal del cine hace que sea este un medio, como la fotografía, que ve cosas que el ojo humano no puede aprehender. Sin embargo, los marcos por los que se da por supuesta la verdad absoluta de lo que las máquinas fotográficas y cinematográficas producen están constreñidos por los límites de la técnica y por los preceptos con los que se utiliza. A pesar de los avances tecnológicos, el principio prácticamente no ha variado. Solo desde los ámbitos del arte contemporáneo y del cine experimental se ha desmentido la neutralidad del invento, o se ha intentado imaginar nuevas maneras de utilizarlo para capturar y transmitir el mundo a través de él. 

Jean-Louis Comolli en Técnica e ideología, aborda desde una perspectiva teórica e histórica esta cuestión de la cámara en cuanto «aparato que estructura la realidad de su inscripción [la del cine]», según cita en su ensayo, donde analiza diferentes textos: “Se propone así la noción de «aparato de base» (Baudry): como la cámara, en efecto, es el aparato que fabrica lo visible de acuerdo con el sistema de la perspectiva monocular que rige entonces la representación del espacio, hay que buscar de su lado, para el conjunto del material cinematográfico, la perpetuación de ese código representativo y de la ideología que éste nutre (o prolonga). Habida cuenta de que la pieza maestra de la fabricación del filme (la cámara) cae bajo la férula de esta ideología, cuesta ver, efectivamente, cómo podría la película aspirar a escapar a ella”. 

El austriaco Philipp Fleischmann lleva desde hace unos años empeñado en la tarea de escapar de este código representativo del cine, en pos de la expansión de lo visible que las máquinas prometen. Una labor que lleva a cabo precisamente a partir de la creación de “aparatos de base” ad hoc. Esta inspiración vino de la mano de su formación en el cine experimental, en concreto con las prácticas fotograma a fotograma de referentes austriacos como Peter Kubelka, Kurt Kren y Peter Tscherkassky. Este encuentro con otras formas de pensar el material, en concreto el material analógico, avanzó un paso más allá al desmontar esa misma unidad de base, el fotograma. En su entrevista con Jordan Cronk para Film Comment, Fleischmann explica: “Estaba ansioso por encontrarme al fin con esta unidad esencial del cine. Aunque cuando finalmente tuve una tira de película virgen en mis manos, la miré y me pregunté: ¿dónde están esos fotogramas de los que todo el mundo habla?”. Los famosos fotogramas son, pues, producto de la cámara. En su manifiesto “The Analog Filmstrip”, Fleischmann habla así de este hallazgo: “Las cámaras de cine producidas industrialmente vienen con una serie de características premanufacturadas que determinan cómo se supone que la realidad circundante debe ser fílmicamente representada. Un aspecto central es la división de la tira de película en 24 fotogramas por segundo, para permitir una representación continua supuestamente neutral  de la realidad en la proyección. ¿Pero y si este proceso intrínsecamente problemático no sigue nuestros deseos –si no nos interesa trabajar con el concepto de la reproducción, sino que más bien nos intriga probar y explorar otras conexiones y manifestaciones visuales?”. Más adelante dice Fleischmann en este mismo texto: “Se ha vuelto necesario para mí separar la tira de película de la cámara tradicional. Desde mi punto de vista, hay un espacio entre los polos opuestos que constituyen la reproducción mecánica relativamente exacta de la realidad (cámara) versus la abstracción visual completa (cine sin cámara). Un espacio en el que la política de la representación descriptiva parece negociable. Solo el medio del cine analógico abre este espacio. Un espacio de negociación”. 

Con este espacio de negociación en mente, Fleischmann ha producido una serie de películas desde el año 2013 en las que registra en esta tira de película desencadenada diversos espacios dedicados a la exhibición de arte. Para hacerlo, recurre a cámaras que él mismo diseña y construye, y que beben del principio de la cámara estenopeica (teniendo como precedente cámaras como la de Paolo Gioli). Cámaras que se adaptan a los edificios, los abarcan en longitud, y presentan un retrato casi abstracto de los mismos. Por cuenta de su funcionamiento, que deja de lado la tracción y exposición consecutiva de fotogramas, el espacio se transforma en tiempo: la tira de película en su totalidad absorbe el espacio en un mismo instante. Nada se mueve durante la toma de vistas, que no es consecutiva sino simultánea: toda la tira de película se expone a la vez. Tanto el tiempo como el movimiento son ilusiones creadas por el paso de la película por el proyector de cine. Las cámaras en sí son esculturas, distintas en función del lugar que retratan.

La ruptura ideológica en la obra de Fleischmann no viene solo de este uso del cine analógico, sino también de los edificios que elige retratar. Lugares como el Pabellón Austriaco de la Bienal de Venecia y la Generali Foundation de Viena: espacios museísticos  que dictan cómo ha de ser exhibido y experimentado el arte. Lugares que rara vez han dejado al cine traspasar sus puertas, y que de algún modo, en su hermetismo y elitismo, son también prolongaciones de modos de pensamiento hegemónicos como el patriarcado. También pone a examen habitáculos especialmente pensados para el visionado de películas, como el Invisible Cinema 3 diseñado por Peter Kubelka o el Mumok Kino del artista Heimo Zobernig y el arquitecto Michael Wallraff. Los espacios no son neutrales. “Estoy interesado en espacios expositivos que son en sí mismos una declaración ideológica”, dice Fleischmann en su entrevista con Cronk. “Esto me hace pensar mucho en cómo la arquitectura no solo crea espacio, sino que también puede ser vista como una máquina que dirige, recorre y da forma a la luz –un poco como una cámara de cine. Esta relación es algo que quiero explorar con y a través de mis películas: el dar forma a la luz como un acto político consciente”. 

El trabajo de Fleischmann se amplía también a las instalaciones en torno también a la representación y al material cinematográfico. Diversas composiciones escultóricas construidas con proyectores y dispositivos que no solo nos permiten ver lo que nos “traduce”  el proyector, sino también la propia tira de película. Maneras posibles de que el cine se introduzca en la galería. En el caso de la que forma parte del programa de esta edición, Untitled (at large) (2020), el dispositivo que recorre la película fuera del proyector es la misma cámara diseñada por Fleischmann para filmar el MACRO, Museo d’Arte Contemporanea Roma. Lo que pasa por el proyector y por el dispositivo es esa misma película. 

Liberada del fotograma, la obra de Fleischmann alcanza nuevos dominios del pensamiento cinematográfico asociado a sus materiales y dispositivos, y literalmente ocupa y reclama espacios para el cine. 

Elena Duque.