Josetxo Cerdán, comisario del ciclo A/Z: Zulueta inédito (que sigue cada viernes de junio en la Filmoteca de Galicia) junto a Miguel Fernández Labayen, y director de Filmoteca Española en el momento de la adquisición del archivo de Zulueta que origina el ciclo, nos habla del hallazgo de ese fabuloso puñado de cajas pertenecientes al artista.
El archivo
Nos podríamos ir directamente al momento de la muerte de Iván Zulueta, que es el 31 de diciembre del año 2009. Cuando muere Iván todavía viven su madre y sus dos hermanos, que son los herederos, pero poco tiempo después muere la madre y Borja, que es su hermano pequeño. Cuando solo queda el hermano mayor, Jaime, decide vender la casa que ha sido el espacio familiar de convivencia que se ve en las películas del propio Iván. Y cuando se cierra esa operación, la casa se vacía y ahí es donde por primera vez entra en juego la figura de Virginia Montenegro, que impide que todo ese material vaya a la basura. Virginia es la que insiste en que eso hay que conservarlo y es ahí cuando se llega a un acuerdo para que todo el material de Iván que estaba en su habitación se pueda conservar en unos almacenes en la misma ciudad de San Sebastián, y ahí queda durante años.
¿Por qué pasa eso y por qué las autoridades culturales no actúan antes? Cuando se habla con Virginia, ella dice que ella hizo varios intentos con diferentes instituciones y que nadie mostró mayor interés. A finales de 2019, me da la voz de alerta Miguel Fernández Labayen, que me dice, «he hablado con Virginia Montenegro. Hay un problema con el fondo de Iván, parece ser que lo tienen que sacar porque ya no pueden mantener los almacenes». Yo en ese momento soy director de Filmoteca Española, y lo que puedo hacer es ofrecer la institución, que para eso está. Y ahí se montó una visita, vamos a San Sebastián, Miguel y yo a finales de febrero de 2020. Nos vemos con Virginia, que hace de intermediaria, y con el heredero que queda, que es Jaime, el hermano mayor. Visitamos los almacenes, vemos cómo está todo, vemos las condiciones que evidentemente no son las condiciones para conservar el material de un artista, y llegamos a un preacuerdo. Jaime está por la labor, nosotros estamos por la labor. No se habla de precio, se habla simplemente de que eso hay que sacarlo de ahí. Virginia está encantada con la operación y eso es lo que se hace básicamente, con el problema de que en medio de todo eso nos encierran, viene el confinamiento y todo lo que conlleva la pandemia. Entonces lo que tenía que haber ocurrido en marzo acaba ocurriendo en noviembre, que es cuando esas cajas van a van a Filmoteca Española, y a partir de ahí empieza la negociación. La negociación con Jaime fluye muy bien y durante todo el tiempo Virginia está muy atenta para ayudar a las conversaciones. Y bueno, finalmente, por lo lenta que es la administración, más incluso en una situación como la de la pandemia que estábamos viviendo, que todo se retrasa, acabamos cerrando la operación en el verano del 21. Y es ahí cuando ya se hace pública la adquisición. Y a partir de ahí es cuando ya se empieza todo el proceso de tratar el fondo. Lo más fácil y lo más inmediato son las películas, porque además es lo más identificable, pero luego hay que tratar todo el resto del fondo. Hay de todo, hay mucha documentación, hay mucho texto, hay obra, pero también hay libros, hay fotografías, hay discos. Por ejemplo, ¿qué se hace con los discos? Se decide conservar los discos que llevan algún identificativo que dice que son suyos. Hay muchos que simplemente es la firma lo que lo dice. Hay otros que están intervenidos, hay un par de discos maravillosos, un par de singles que les dibuja la portada porque como su padre estaba en el mundo de la música, le llegaban los discos sin portada de difusión y el la dibuja. Eso es obra. Ahí hay un trabajo super minucioso, de ir viendo pieza a pieza, que sirve y qué no.
El contenido de las cajas
Aparecen latas de 35mm, 16mm, 8mm y super 8, pero es verdad que los acéticos de 35mm están muy mal, son como dos o 3 latas y eso directamente se desecha una vez que llega al archivo. Pensamos que lo que hay dentro son materiales relacionados con El último grito y materiales incluso del viaje de bodas de los padres. Pero no se pueden llegar a ver porque ya están destrozados por el síndrome del vinagre: no se pueden cargar en un escáner, ni siquiera ni en una moviola porque la contaminaría y se toma la decisión de que eso hay que destruirlo. Hay algunos 16mm, pocos y sobre todo hay super 8 y 8mm. Ahí hay un criterio muy primario de decir qué material de todo este es el material que conocemos de Zulueta y que material no es el material de Zulueta. Entonces empezamos a hacer una primera clasificación, los títulos que conocemos y que son claramente identificables.
Como por ejemplo, Mi ego está en Babia, luego te encuentras con un rollo que son trozos de Mi ego está en Babia, o te encuentras el audio de Mi ego está en Babia en otro material: son materiales derivados pero no son la película. Es un material de trabajo. Luego hay materiales que no son de Iván, por ejemplo hay una película titulada «Bautizo de Iván» que evidentemente no puedo filmarla él. Hay películas de los padres, hay tres o cuatro pelis rodadas en Londres como a principios de los 60, que son de Jaime. Hay dos películas maravillosas del año 59, que una se titula El loco y otra no tiene título, pero es una especie de parodia de un western. Ahí hay una cartela al inicio que pone «protagonizada por Borja y por Jaime, dirigida por Iván», podríamos decir que son los primeros cortos de Iván Zulueta, que en ese momento debe tener 16 años. Con todo eso vas haciendo el puzzle. Por un lado están los materiales que conocemos. Por otro lado, está todo lo que no conocemos y por ahí hay otro mapa que hay que delimitar, que es qué es de Iván y que no es de Iván, y qué es de Iván y tiene relación con cosas que conocemos, o no tiene relación con nada de lo que conocemos. Por ejemplo hay una película que en la caja pone Maroc y es un viaje por Marruecos. En el ciclo que se le hace Iván en el año 89 en Alcalá, una de las películas que se pasan se titula Marruecos y lo que vemos de la descripción en la sinopsis coincide perfectamente con lo que hay en esa película. Entonces, nuestro primer impulso fue decir que era esa película. Pero no lo sabemos. Igual es un material derivado. No tenemos ninguna constancia de que sea la película porque no tiene títulos ni de arranque ni de final. Sí coincide en una serie de planos con lo que nos están diciendo, pero no tenemos ninguna constancia, entonces ahí decidimos poner el título de lo que aparece en la caja, porque en eso sí que hemos intentado ser muy pulcros, siempre hemos querido que nuestra intervención fuese la mínima posible. Ha habido que ir muy a la letra pequeña para ir clasificando el material. Y el proceso sigue abierto. Ahora estamos mirando la documentación escrita, vamos a ver si encontramos algo que nos pueda hacer recalificar o renombrar algún título a partir de alguna de las cosas que él dejó escritas. Esto que veremos es adonde había llegado el trabajo en diciembre del año pasado, es un mapa que puede seguir cambiando sobre todo porque Iván no dejó ninguna cosa escrita sobre eso.
El ciclo
Evidentemente, tienes una serie de ideas preconcebidas de lo que vas a encontrar y luego la realidad te lleva a otro sitio. No teníamos ninguna idea de cómo íbamos a presentar esto porque no sabíamos lo que iba a ser, o sea, no sabíamos que nos íbamos a encontrar cien rollos, podían haber sido diez o dos o ninguno. Entonces vas trabajando conforme va avanzando el proceso de investigación y vas creando tu propio recorrido. Al final te tienes que dejar llevar por el proceso y el proceso nos llevó a una serie de materiales que leímos de una manera muy satisfactoria, no porque encontráramos películas, que no las hemos encontrado, sino porque viendo estos materiales vimos otro Zulueta diferente del de la imagen que tenemos proyectada. Una conversación recurrente con Miguel siempre es que Zulueta no ha interesado nunca,que lo que ha interesado es Arrebato y el mito de Arrebato.
Entonces nos dijimos: vamos a por Zulueta, el artista, y Zulueta la persona, pero más allá de Arrebato. Por fin estamos tocando una materia que nos permite trabajar sobre su figura. Zulueta ya no existía, y si sigues lo que decía en la prensa era súper esquivo, nunca contaba nada, siempre le quitaba hierro a todo, pero sin embargo escribía sus diarios, y el material fílmico también funciona a ese nivel de descripción, de lo que de lo que le podía estar pasando por la cabeza. Ahí había muchas cosas de las que nadie se había preocupado, o que a nadie le habían interesado, pues a la gente normalmente lo que le interesa es Arrebato y todo lo que construye esa opus gigante del cine. Esas películas nos daban eso, y el archivo en general nos daba ese otro lado a donde queríamos ir.
Las películas
Hay una serie de películas que son simple y llanamente el acervo familiar, es decir, la historia de la familia, que al final son las que han acabado configurando uno de los programas, que es «Las películas de Consuelo y Antonio». El resto nos da un acceso al taller del artista, que eso también apareció con toda la parte gráfica, carpetas y carpetas de recortes y de cosas, y fotocopias, y colores… o sea, no tenemos películas inéditas de Zulueta, sino que tenemos su taller. Tenemos las cosas que no utilizó, tenemos diferentes montajes. Mi ego está en Babia es una película que de repente la estamos viendo y nos damos cuenta que lo que hay en ella no tiene nada que ver con lo que aparece como los intentos de crear unos créditos. Entonces hay una película que es Mi ego está en Babia que todo el mundo pensamos que sabemos cuál es, pero luego vemos en el archivo que no se titula así, sino que se titula Babia. Entonces hay una película desaparecida de cinco años antes, pero sin embargo Iván cuando habla de la película de Babia, habla de Mi ego está en Babia, pero Mi ego está en Babia también es otra cosa porque han aparecido materiales en el archivo. Ese proceso es maravilloso. Entonces, ¿estéticamente qué son estas películas? Son recortes, son materiales de desecho, pruebas y luego el último programa, «Apuntes y bocetos», son películas que prácticamente están acabadas y que por alguna razón no las quiso mostrar. También hay películas de esas en otros programas, por ejemplo, California claramente es una película acabada pero nunca la quiso mostrar. O por ejemplo Piscina, es una película que está prácticamente acabada. ¿Por qué no las mostró? Pues posiblemente porque se le olvidaría, porque de repente pasó a otra cosa en su hiperactividad total, porque no les puso créditos o porque no tuvo oportunidad de mostrarlas, porque a partir de cierto momento a Iván le piden solo sota, caballo y rey, qué es lo que la gente conoce. Le piden Leo es pardo, Mi ego está en Babia, y el entra en esas.
